jueves, 16 de mayo de 2013

Un poco de cordura






-¿Podías dejar de encerrarte ya no? Aquí afuera ya sólo vivimos medio invierno nuclear, los soldados disparan camelias a quemarropa y algunas de sus víctimas dibujan cuadros surrealistas cinco segundos antes de fallecer. Todos los días alumbra el sol por las mañanas, menos cierta avería del día de anteayer a las nueve menos cuarto, cuando se le jodió el fusible y dejamos medio Manhattan a oscuras. Además, hemos conseguido tres o cuatro adelantos en este mundo: Ahora los hombres llevan escarabajos peloteros tatuados en la piel, las mujeres lavan las cuevas por las mañanas y los móviles incluyen por defecto en sus agendas el buzón movistar de Dios, aunque digamos que suele estar comunicando, responde tres o cuatro whatsapps al día y se toca los huevos a dos manos el resto del tiempo. Está hecho todo un cabrón.

-Va, no te creas, la celda se me ilumina de vez en cuando, suele dar calambrazos cuando tenéis luz vosotros y cuando se os funde, como que se me llena el alma de placer. ¿Seguís usando alma, o tenéis ya algún robot que os haga cosquillitas en los pies?

-Pues no lo se, ahora estamos preocupados en que los robots tengan cultura y recen tres o cuatro veces al día. Intentamos alimentarles y darles un poquito de amor, que no se deshidraten vamos. Les hemos injertado el virus del amor romántico aquel del siglo perdido, donde eran unos pre-góticos o una cosa así rara, que te mezclaba la pasión y te la embalsamaba de un sufrimiento medio agónico así como muy raros. Están como loquísimos de la cabeza y reímos en bajo cuando se tiran por un acantilado desesperados por buscar su "robot azul" o por no poder besar a sus "princesa dorada". No se si es eso lo del alma, pero bueno, ya son casi humanos.

-Hostia, veo que estáis espabilando. No seáis tan cabrones, si hasta hace cuatro días estabais igual, lo sentíais cuando pateabais una roca, la sentíais sisear entre las del resto. Sentíais un nosequé metafísico cuando la roca rozaba el acantilado y se quedaba en el filo, en un equilibrio extraño, un suspense hithckockiano, y cuando se desmayaba sin remedio hacia su destino lo sentíais. Vamos, os acordabais de que os habíais rozado un poco el pie. ¿Ya ni eso?

-Que va, ya pesamos 20 gramos menos, nos hemos quedado sin alma, les dimos muchas de nuestras estupideces a las máquinas, que ya ellas se habían cansado de razonar, y ahora bueno, queremos ser un poco máquinas, las de las de antes, porque podemos hacer incluso algo de arte, pero que sea lineal ¿me entiendes? tampoco hay que sufrirlo. Si te enamoras que sea un poco en juegos o algo así, que menos ya de enamorarse que sea en High Definition y en 3D.

-Mierda, pues me da que en los próximos cuatro milisegundos tampoco salgo, que se te ha quedado como una media sonrisa de azafata de vuelo mezclada con la Mona Lisa que me ha dejado como unas ganas de mandar un poco todo a la mierda, y, joder, hoy  me voy a portar bien. Que no es plan de salir otra vez ahí con el traje lleno de lunares y una estrella de mar en el pelo ¿no? igual alguno me da por nuevo artista y me meten ahí en la cadena de desmontaje de robots antiguos y me meten no se que aparato de limpieza por la vereda de la puerta de atrás...

-Coño, ahora mismo no te puedo ver del todo a través de las rendijas, pero seguro que no puede estar todo tan mal... A ver, lo único que te puedo decir es que huele un poco a humanidad por ahí dentro, háztelo mirar. Sino hacemos que te mire un cirujano, a ver si todavía queda parte por salvar...

-Yo, no se, hoy no estoy para estas cosas, estoy como con ganas de desgarrarme un poco  por dentro, pero a mi manera, a mi que me vengan con la mierda del cutter ese pues como que no, uno tiene una deshigiene interior, y como que quiero mantenerla. No voy a llamar a nadie a que me limpie las basuras, y creo que de hecho, no se me limpian amputando, que uno ya tiene un cariño por sus desordenes antropomórficos. Soy, en mi mismo, un antropomórfico desorden, y no tengo intención de momento en que me dividan en piezas de puzzle, ahora justo que había empezado con el mecano de la sagrada familia y como me separen en trozos lo voy a tener difícil para terminarlo. Dentro de un par de giros de reloj en contra del sentido de las agujas del reloj, y ya, si eso, salgo a la hora del Té.

-Bueno, yo mañana a las 9 y media me paso, que ya sabes que tu bunker me pilla a medio camino de ninguna parte...

-(Estas conciencias, no hay Dios que las calle. Ya ni dentro de uno mismo se puede estar tranquilo)