lunes, 29 de octubre de 2012

Acelero




Vamos a decir que sí que tuvo sentido todo aquel esquivar de clavos para buscarte las costillas. Vamos a pensarlo aunque solo sea un segundo escurridizo entre las horas torcidas. Probablemente tuvo que ver con la pared que intentaba reventar a cabezazos. Apenas arañada. Tuvo que ver con eso. Con intentar arrancarle esbozos, a un trozo de papel. Intentar arrancarla.

Y luego llego aquí, y me pongo la capa que me embriaga por dentro y se condensa por fuera. Supongo que no me respeté lo suficiente como para hacerme respetar, por querer hacer como si no pasara nada, como si no me hubiera llevado el huracán. Y agarrarme con fuerza al suelo. Briznas de hierba resbalan entre mis dedos, pero es solo un momento, porque vuelvo a estar aquí. Sintiendo el norte nacer.

Convine un pacto amistoso con mi destino. Con vino cerramos el pacto, y convivo siguiendo mis pasos. Ciertamente no supe escuchar tu canto de marcha antes de llegar. Cierro mi espacio para que no vuelvas a entrar y ojalá que caminen tus sueños más allá de mi realidad.


lunes, 15 de octubre de 2012

Afilando soy




¿Por qué?
La verdad ni lo sueño, simplemente brota rozando mis paredes, acartonando la realidad.
No intento forzarlo ni creo más allá de lo poco que sumo de la nada que invento.
No sangro del vértice de ninguna ola, y tampoco existe bajo el espeso esperar.
No aparezco, cuchillo entre los dientes arrancando un pedazo de cielo, de sombra.
No aplauden rabiando sarnas, ni sueño con acantilados.
Ni creo montañas a las que encaramar mentes de altares en plazas.
Ni nada.

Solo siento que necesito vivir de estos bajos hornos que me susurran suspiros sumergidos.
Solo recreo aquel patio inacabado, hambriento de baldosas.
Solo cambio mi forma antes de aparecer desnudo ante mi.

Solo me sorprendo por el extraño reflejo de la madera blanca al arder, conmigo dentro.
Solo creer que nazco en un gris hedor a no ser, reflejado en algún lomo de raro acento.

Que no me entiendan. Para qué. Si esto se diluye en la gota de un sudor que nunca existirá.
Que no me sientan. Para qué. Si esto es el raro esbozo de la linea de mis pies.
Mejor que no me vean, que solamente estoy detrás de lo que nunca existirá.